CRÍTICA|Pitufos: Pequeños, azules y atrapados en su propia formula
Los pitufos regresan con una película que se debate entre honrar el estilo original de Peyo y buscar una actualización que no termina de convencer del todo. La historia, sencilla y clásica —Papá Pitufo secuestrado y sus amigos a rescatarlo— sirve como marco para un relato que coquetea con el humor irreverente gracias a la pluma de Pam Brady (South Park), aunque termina optando por un tono más seguro y familiar. El Pitufo Sin Nombre protagoniza esta aventura que mezcla dimensiones, hechiceros y una buena dosis de nostalgia, pero sin demasiados riesgos narrativos.
Análisis fílmico: Humor contenido y personajes planos
El guion, aunque firmado por una veterana del humor ácido, se muestra tímido en sus intenciones de romper moldes. Los personajes nuevos quedan relegados, mientras Pitufina y el Pitufo Sin Nombre llevan el peso de la historia, en una dinámica que no termina de profundizar en sus arcos ni en la complejidad emocional que podría tener un relato más adulto. El humor se queda en lo superficial y familiar, con algunos destellos que sacan más de una sonrisa, pero sin llegar a sorprender. La estructura sigue la fórmula clásica de rescate, sin grandes innovaciones.
Análisis visual: Un híbrido irregular entre 2D y 3D
Visualmente, la película tiene sus altos y bajos. La mezcla de animación 2D y 3D funciona en escenas puntuales, especialmente en las secuencias de acción y los viajes entre dimensiones, donde se exploran estilos variados. Sin embargo, en otros momentos la animación parece un render básico de consola antigua, lo que resta encanto al conjunto. Las escenas en el mundo real destacan por su fluidez, aunque el recurso ya no es novedoso. A pesar de sus altibajos, la película logra mantener una estética colorida y familiar, reforzada por un doblaje con guiños a la cultura pop latina que aporta frescura al humor.
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En definitiva, Pitufos (2025) no revoluciona ni profundiza, pero cumple con ser una aventura entretenida para los más pequeños y con algunos guiños simpáticos para los adultos.