RESEÑA| Jackboys 2: Travis Scott no pierde el pulso

19.07.2025

Por Nathalia Olivares
 

Aunque muchos lo tildaron de innecesario, Jackboys 2 demuestra que cuando Travis Scott se lanza a experimentar, incluso sus "sobras" suenan mejor que la media del trap comercial. No es un álbum redondo ni pretende serlo: es una compilación de ideas, moods y colaboraciones que funcionan dentro de una lógica interna más sensorial que conceptual. Puede que no represente del todo al colectivo Cactus Jack como se esperaba, pero lo que sí deja claro es que Travis sigue firme en lo suyo: producir atmósferas únicas, beats pegajosos y canciones que no se sienten como parte de ninguna moda. Son suyas y de nadie más.

Análisis sonoro

La primera mitad del álbum es sólida, fluida, y casi perfecta en su secuencia: CHAMPAIN & VACAY, 2000 EXCURSION, KICK OUT y DUMBO construyen una experiencia de escucha que va del lujo al delirio, con un equilibrio impecable entre producción detallada y ritmo. DUMBO se lleva los laureles por su beat y su flow envolvente, y temas como CONTEST o VELOUR, a pesar de ser menos redondos, aportan textura al conjunto. La segunda parte es más errática, pero no cae: WHERE WAS YOU, NO COMMENTS, OUTSIDE y FLORIDA FLOW sostienen el tono general con base en beats atmosféricos, bajos pesados y estribillos adictivos. Lo mejor: ningún tema suena genérico. Travis sabe cómo usar el caos como herramienta creativa.

Análisis visual

Aunque no hay un despliegue audiovisual tradicional para todos los tracks, el universo estético de Jackboys 2 está presente en cada beat. Los videos lanzados hasta ahora refuerzan la línea editorial de Travis: desiertos que parecen otro planeta, autos de lujo, luces estroboscópicas y una iconografía que mezcla el lujo decadente con lo distorsionado. Todo huele a exceso, pero en clave distópica. La dirección de arte, como en sus trabajos anteriores, está más cerca del cine de autor que del videoclip estándar. Incluso en los visualizers o snippets promocionales, hay una intención de transmitir sensaciones más que narrativas. Es una experiencia sensorial completa que se alinea con el carácter atmosférico del disco.
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Jackboys 2 no busca convencer a los escépticos. Es Travis Scott haciendo lo que sabe: crear mundos sonoros únicos y sostenerlos visualmente con una estética que combina lo decadente y lo futurista. Si bien no todos los temas alcanzan el mismo nivel, ninguno está de más. Es un álbum que respira libertad creativa, y en tiempos de fórmulas repetidas, eso ya es una victoria.