The Driver Era encendió el Teatro Coliseo de Santiago con un show inolvidable

28.04.2025

La noche del 27 de abril, el Teatro Coliseo de Santiago fue testigo de un encuentro cargado de energía, emoción y una conexión total entre The Driver Era y sus fans chilenos. El dúo, compuesto por los hermanos Ross y Rocky Lynch, llegó a la capital como parte de su "Obsession Tour", una gira mundial que celebra el lanzamiento de su cuarto álbum de estudio, Obsession.

Formado en 2018, The Driver Era surgió como una evolución natural para los hermanos Lynch tras el exitoso paso de ambos por R5, la banda pop-rock con la que alcanzaron popularidad global a lo largo de la década anterior. Con The Driver Era, Ross y Rocky apostaron por un sonido más maduro y experimental, que mezcla influencias del funk, el rock alternativo y el synth pop, marcado por letras introspectivas y una estética visual muy cuidada. Ross, además de vocalista y multiinstrumentista, es reconocido por su carrera como actor, con papeles en series como Austin & Ally y la película Teen Beach Movie, lo que le dio una base de fans leales que han seguido su evolución musical hasta la actualidad.

Desde su debut con X (2019), pasando por Girlfriend (2021) y Summer Mixtape (2022), The Driver Era ha consolidado una identidad sonora única, que se refleja con fuerza en Obsession (2024), su trabajo más íntimo hasta la fecha. El álbum explora temáticas de amor, autoconocimiento y transformación, envuelto en una producción vibrante que combina sintetizadores robustos, guitarras envolventes y una narrativa emocional.

En el show de Santiago, desde el primer acorde de "Touch", el recinto se convirtió en una fiesta en la que cada canción fue coreada con una entrega absoluta. Temas como "Better" y el potente single "You Keep Me Up at Night" marcaron el ritmo de un show que no bajó la intensidad en ningún momento. Hubo espacio para repasar todas las etapas de su carrera, con clásicos como "The Weekend", "Same Old Story" y "Don't Walk Away", que despertaron una vibra de complicidad total entre la banda y sus seguidores chilenos.

El setlist, cuidadosamente curado, permitió que el público transitara por distintos estados emocionales. Canciones como "I'll Be There" y "Everybody's Lover" ofrecieron momentos más introspectivos, mientras que "Low" y "Nobody Knows" regalaron una de las postales más emotivas de la noche: luces apagadas, miles de linternas iluminando el estadio y una atmósfera mágica que puso la piel de gallina.

La energía volvió a desbordarse con "Nothing Left to Lose", "Natural" y "Can't Believe She Got Away", dejando en claro que el entusiasmo del público chileno no conoce límites. En la recta final, hits como "Afterglow", "Malibu" y "Turn the Music Up" pusieron a todos a bailar, mientras que "I'd Rather Die" y "Don't Take the Night" desataron una euforia colectiva digna de los mejores conciertos en vivo.

Con "Rumors", "Get Off My Phone" y la infaltable "A Kiss", The Driver Era cerró su presentación entre saltos, ovaciones y un mar de aplausos que reafirmaron por qué su vínculo con el público latinoamericano es tan poderoso como inquebrantable.

Este show marcó un regreso triunfal de la banda a Chile, reafirmando una relación que, como quedó demostrado, está hecha de música, emoción y pura devoción. Para Ross y Rocky, Latinoamérica se ha convertido en uno de los puntos más fuertes de su base global de fans, y en Santiago no dejaron dudas de que ese amor es mutuo.