Ya no queda nada para ver a Akriila en el Teatro Caupolicán

20.08.2025

En pocos años, Akriila pasó de ser una voz emergente en la escena alternativa a convertirse en uno de los nombres más potentes de la música chilena actual. Lo que comenzó como un proyecto íntimo terminó transformándose en un movimiento que hoy convoca a miles de personas, todas dispuestas a corear sus canciones en un recinto tan simbólico como el Teatro Caupolicán.

La artista, cuyo nombre real es Fernanda Sepúlveda, ha construido una carrera marcada por la honestidad. Su disco Epistolares fue la prueba más clara: un trabajo que tomó la forma de confesiones escritas, convirtiendo la vulnerabilidad en un puente directo con sus oyentes. Gracias a esa transparencia, Akriila dejó de ser solo "una promesa" y se consolidó como fenómeno regional, con presentaciones que incluso la llevaron a escenarios en Europa.

Lejos de seguir fórmulas comerciales, su música combina crudeza y sensibilidad, transitando entre beats urbanos, texturas experimentales y melodías que parecen diseñadas para quedarse en la memoria. Además, su voz se alza con fuerza en temas sociales y en la representación de la comunidad LGBTQ+, reafirmando que lo suyo no es solo entretenimiento, sino también un posicionamiento político y cultural.

Una noche que quedará en la memoria

El próximo 29 de agosto, Akriila ofrecerá uno de los conciertos más esperados de su carrera. Durante más de dos horas, desplegará en el Caupolicán los himnos de Epistolares, junto a los nuevos cortes de su edición deluxe, entre ellos "Sola", "Paranormal" y "002 (durísimo)". La expectativa también crece ante la posibilidad de que se sumen algunas de sus colaboraciones con nombres clave de la escena como Princesa Alba, Young Cister, Gianluca y TAICHU.

La cita promete ser un hito no solo para la cantante, sino para toda una generación que ha encontrado en su obra un espejo de sus propias experiencias. Y aunque la espera aún se siente eterna, hay un dato que confirma el alcance del fenómeno: las entradas ya están completamente agotadas.